Los Navazuelos 2024 o cómo sobrevivir a doce pruebas en doce horas

4:30. Piiiii, piiiii, piiiii.

Domingo, 7 de abril. El despertador resuena en la oscuridad. No hace falta que se repita la alarma, todos saben lo que toca en Finca Epona. Es día de competición y no cualquiera: el concurso completo de los Navazuelos. Al no disputar el internacional, tanto la doma, como el salto y el cross, se condensan en una única jornada. Mateo Esser, y su equipo, montarán a cuatro caballos en las tres pruebas. Doce horas por delante entre preparación, ejecución y posterior recogida. Uff, vamos a ello. 

A las 5 de la mañana, toca dar el pienso a los grandes protagonistas del día. Flamenco, Dammen, Ainsi d’Or y a Dolce Vitta. Disputarán el CCN100 y CCN80 del Completo nacional. El horario es muy apretado, y pese a que la finca de los Navazuelos está relativamente cerca, el transporte en camión lleva lo suyo. 

El camión de Mateo preparado para el concurso

6:40. "Pero, ¿cabemos por ese túnel?"

No son ni las 7 de la mañana cuando llega el primer momento complicado de la jornada. Es la primera vez que el equipo se traslada hasta los Navazuelos en el camión de competición, cuyas dimensiones son... Grandecitas, por decirlo suave. Philippe, padre y fiel compañero de batallas de Mateo, es el primero en dar la voz de alarma al visualizar un pequeño túnel en los alrededores del concurso. "Pero, ¿cabemos por ese túnel? A mí se me dan bien las matemáticas, pone que es de tres metros y medio y esto mide cuatro", explica con preocupación. 

"Que entramos, que entramos". Suspensión al mínimo, Mateo dando indicaciones desde el suelo... Y se entra, por poquito, pero el camión entra. Risas nerviosas, pero risas al fin y al cabo. 

Toca buscar sitio, aparcar, revisar con la organización que los horarios son correctos, preparar a los caballos... ¿Sencillo? Spoiler: no. Todo esto se remonta al sábado, cuando el equipo inició la preparación. "Se dejan los preparativos de todo el material en el baúl y en el guadarnés del camión, para que no falte nada. También llenar las redes de heno para que los caballos durante el día tengan alimento, suelen estar hambrientos después de competir y no puede faltarles de nada", comenta el jinete: "Aprovechamos para ver el recorrido del cross el propio sábado, y así no ir con todas las prisas el domingo". 

Detalles de la organización del equipo de Mateo

8:15. Caballos trenzados, a la doma

La primera de las pruebas es la doma. Para ello, los caballos tienen que estar en perfectas condiciones, trenzados y guapos, no, guapísimos. No es muy difícil, tenemos a los más bonitos de todos (perdonad, pero en querer a nuestros caballos, el equipo de Finca Epona no va a escatimar). 

Entre las 8:15 y las 11:18, los cuatro caballos de la finca comienzan su participación en la competición. Los horarios son estrictos, o deberían serlos, pero diferentes situaciones a nivel organizativo desembocan en cambios. El equipo está rodado y sabe cómo manejarse ante el estrés. Funciona como un reloj. Y si una manecilla se atrasa, ahí está Leonides, madre, coordinadora general y un poco el todo de Mateo, para encargarse de ello. 

16:00. Comer en cinco minutos y recorrer los Navazuelos sin parar

"¿Que qué se come en este tipo de concursos? Un pincho de tortilla rápido en el catering, y a seguir", afirma entre risas Mateo. Ni para apenas sentarse les da tiempo al equipo. La doma termina con sensaciones positivas para los cuatro caballos. Dammen ha cogido soltura en estos últimos meses, es un caballo que ha nacido para completo; Ainsi, qué decir, ha hecho hasta 4*; Vitti es una veterana, peleona pero orgullosa; y Flamenco mejora a pasos agigantados en cada competición. 

Cuando llega el turno para los saltos… Hay que mirar el reloj. El horario es tan ajustado que Flamenco tiene que saltar, y en apenas 25 minutos, comenzar el cross. En la segunda prueba, un palo es el único fallo del binomio, quizás, el pequeño punto negativo de todo el concurso del caballo polaco. A pesar del calor del fin de semana madrileño, esto no para. Mateo le pide a Philippe que pasee a Flamenco mientras él observa la prueba de Dolce Vitta, quiere supervisar el ejercicio para ayudar a mejorar al jinete.

17:10. Último empujón

No hay tiempo que perder. Mientras Mateo termina su prueba de salto, Ainsi ya se encuentra realizando el cross. La inmensidad de la finca de los Navazuelos tiene un único problema: las cuestas están bien para bajarlas, no tanto para subirlas. El recorrido del cross permite a los caballos disfrutar. Un poco lento Dammen, pero sólido, Mateo prefiere cuidar al animal por el terreno. 

Gran cross para los cuatro caballos, todos lo completan sin problemas, hoja en blanco para ellos. El sol empieza a caer en la sierra madrileña, sobre las seis de la tarde.

Dammen en su primera prueba de CCN100

Catorce horas después del despertar en Finca Epona. Un refresco en el bar antes del cierre es el premio de los campeones, los caballos se toman sus merecidos manjares mientras descansan en el camión. Nervios, frenesí y mucho disfrute, así se consigue superar con éxito la disputa de doce pruebas condensadas en nueve horas. Seguiremos informando, tras Los pasos de Mateo.

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