Finca Epona, un año y tres meses después
Se había formado para llevar el día a día de su propia finca, pero hasta que se puso las botas -literal y figuradamente hablando-, Mateo Esser no comprendió todo lo que implica llevar un centro de alto rendimiento como Finca Epona. Un año y tres meses después, el día a día de la instalación funciona como un reloj gracias al trabajo del jinete, del apoyo incondicional de su familia y de su equipo.
Dolce Vitta en el día a día
Este esfuerzo ha permitido que, con 17 caballos a su cargo, Finca Epona tenga prácticamente al completo sus cuadras, y ya esté en los planes de Mateo aumentar el número a medio plazo. El jinete vive en las instalaciones, como también Óscar, lo que le permite asegurar personalmente los detalles diarios y cotidianos para el máximo cuidado de los caballos.
Lo que empezó como un proyecto familiar, ha dado un cambio radical en este año. Ahora, el equipo está formado por una serie de profesionales, entre los que se incluyen a tres técnicos deportivos, dos mozos de cuadra, tres jinetes, un veterinario, un herrador, un fisioterapeuta... Todo enfocado tanto a la carrera deportiva de Mateo, como a la clientela de Finca Epona.
Qué hacer cuando te cae un rayo en la finca
Cuando se le pregunta a Mateo sobre cómo ha vivido este año y los problemas cotidianos que puede generar el día a día de Finca Epona, una sonrisa se dibuja en su rostro. "Hace justo un año de esto", se ríe el jinete.
Paco en Finca Epona
"Empezó a llover, y dije, a meter todos los caballos para dentro. Tendríamos como ocho caballos en ese momento. Y llovía con más fuerza, más fuerza... Le dije a Óscar que se fuera ya hacia su casa. Me quedaba meter a Paco y justo cuando le voy a meter, cayó un rayo en mitad de la finca que casi me tira al suelo, el caballo salió 'escopetado' a la cuadra, muy asustado", rememora Mateo.
"Me dio por mirar para atrás, y veo como humo cerca de la casa donde vive Óscar y dije: 'Ya está, le ha caído encima'. Entré corriendo y vi que estaba bien, había caído en un arbusto, pero vaya, que se quemó y todo. Ahí te das cuenta de que en una finca como esta, cada día es una aventura. Un pararrayos y a otra cosa".
El plan: crecer, crecer y crecer
La mejora de las instalaciones es clave en el reciente éxito de Finca Epona. En este tiempo, se ha apostado por hasta 14 prados nuevos para el bienestar de los caballos, y hay otros seis en camino. También se reforzó la valla de la hípica. En el equipo de la finca, el plan establecido es claro: queremos ser la mejor finca posible, tanto a nivel de centro deportivo de alto rendimiento, como para otros aficionados de la hípica. Para ello solo contemplamos una opción, que es la de ir creciendo. Poco a poco y con buena letra, pero sin parar nunca.
Los boxes al entrar en enero de 2023
Los cuadras con los nuevos preparadores colocados
"Este mismo mes comenzamos con el proyecto eléctrico", relata Mateo, que se centrará en el compromiso sostenible de la Finca y que incluye la apuesta por más de 50 paneles solares ya colocados: "Y todavía nos queda por delante. Queremos una pista exterior más grande, darle utilidad al bar... Uff, queda trabajo (risas)". Y así, entre carcajadas, continúa el curro. Por cierto, próxima parada, el Concurso de Completo de Los Navazuelos, este primer fin de semana de abril. Allí estaremos tras Los pasos de Mateo.